domingo, 6 de mayo de 2007

La victoria electoral cibernética del Partido Republicano

Los expertos informáticos del partido crearon, controlaron y operaron el sistema de conteo de votos que anunció la reelección de George W. Bush
La victoria electoral cibernética del Partido Republicano

Steven Rosenfeld y Bob Fitrakis
The Free Press (Ohio)

Traducido y revisado por Nelly Ruiz de Zárate, del Equipo de Traductores de Cubadebate

¿Tuvieron los republicanos más poderosos de los Estados Unidos la capacidad computadorizada, las habilidades del software y la infraestructura electrónica la Noche de las Elecciones en el 2004 para alterar los resultados de Ohio con el fin de garantizar la reelección de George W. Bush?

Al parecer, la respuesta es afirmativa. Existe una gran cantidad de documentos que muestran que la Noche de las Elecciones en el 2004, el sitio web ”oficial” del Secretario de Estado de Ohio, que ofreció al mundo los resultados de las elecciones presidenciales, fue redirigido del servidor del gobierno de Ohio a un grupo de servidores que contenía un buen número de sitios web de los republicanos, incluidas las cuentas secretas del correo electrónico de la Casa Blanca que salieron a relucir en el escándalo en torno al despido de ocho abogados federales por el Fiscal General Alberto González.

Las más recientes revelaciones han documentado que el Comité Nacional Republicano dirigió un sistema secreto de correos electrónicos para Kart Rove y docenas de miembros del personal de la Casa Blanca. Este sistema de alta tecnología utilizado para el conteo y la información de los votos presidenciales del 2004, desde los contratos del servidor principal hasta los servicios de software y la capacidad de acceso remoto, hasta los logs de utilización del servidor real tendrán que añadirse a las intensas investigaciones del Congreso.

Muchos diarios en línea de acceso restringido y de alta tecnología, comenzando por el consorcio de investigaciones en línea epluribusmedia.org y su artículo publicado en el 2006 por el colaborador luaptifer to Dailykos, y el diario en línea de Joseph Cannon en Cannonfire.blogspot.com, sacaron a relucir la red tecnológica del Comité Nacional Republicano. La firma anfitriona de Internet es SMARTech Corp. de Chattanooga, TN, que opera desde el sótano del edificio del antiguo Pioneer Bank. La firma patrocina un gran número de sitios web de los republicanos, incluidos georgewbush.com, gop.com y mc.org.

El software elaborado para la Noche de las Elecciones del 2004 del secretario de estado de Ohio fue creado por GovTech Solutions, una firma cofundada por el guru de computación de larga data del Partido Republicano, Mike Connell. Asimismo, rediseñó el sitio web para la campaña de Bush en el 2000 y declaró a la revista “Inside Business” en 1999: “No estaría donde estoy hoy si no hubiera sido por la campaña de Bush y la familia Bush porque los Bushes son realmente una familia y yo soy leal a mi red”.

La Universidad Cedarville de Ohio, una escuela cristiana con 3,100 estudiantes, lanzó un comunicado de prensa el 13 de enero del 2005 describiendo cómo la compañía de computación del miembro de la facultad, el Dr. Alan Dillman, conocida como Government Consulting Resources, Ltd. Trabajó con estas compañías relacionadas con los republicanos para el conteo de los votos la Noche de las Elecciones del 2004.

“Dillman dirigió personalmente los esfuerzos desde el Government Consulting Resources, Ltd., conjuntamente con miembros claves del personal de Blackwell”, decía el comunicado. “El Government Consulting Resources, Ltd. Trabajó conjuntamente con varias firmas, incluidos actores claves como la GovTech Solutions, quien se encargó de desarrollar el software, hasta la entrega de los resultados finales. SMARTech suministró el sistema de seguridad y una capacidad adicional del sistema y la Mercury Interactive realizó las pruebas en las calles”.

La Noche de las Elecciones del 2004, el Partido Republicano no sólo controló el proceso de conteo de los votos en Ohio, el estado final que representaría un viraje para las elecciones presidenciales, por conducto del secretario de estado que era copresidente de la campaña de Bush, sino que además controló la tecnología que permitió que el conteo de los votos en los 88 condados de Ohio fuera reportado a los medios de comunicación masiva y a los electores.

La privatización de las elecciones y el hecho de que se permitiera que miembros conocidos del partido dirigieran una votación presidencial clave ya resulta suficientemente engorroso. Pero la razón por la cual el Congreso tendrá que investigar estos vínculos de alta tecnología es porque existen abundantes pruebas de que los republicanos pudieron haber utilizado esta red de computación para demorar el anuncio del ganador en las elecciones del 2004 en Ohio mientras hacían pequeños ajustes en los resultados.

¿Acaso el secretario de estado republicado de Ohio, J. Kenneth Blackwell, u otro operativo del Partido Republicano infló el total de votos del presidente para garantizar el margen de victoria que necesitaba George W. Bush? En la Noche de las Elecciones del 2004, muchos de los totales reportados por el secretario de estado se fundamentaron en resultados locales imposibles. En Clyde, Ohio, un paraíso republicano, Bush ganó por amplio margen después del resultado de 131 por ciento de los electores. En el condado republicano de Perry, dos precintos reportaron el 124 por ciento y el 120 por ciento respectivamente. En Gajanna Ward 1, el precinto B, Bush recibió 4,258 votos a pesar del hecho de que sólo 638 personas votaron por el presidente. En Concord Southwest en el Condado de Miami, los resultados certificados de las elecciones proclamaron con orgullo 679 de las 689 boletas de los electores inscritos, un 98,55 por ciento. Posteriormente, la FreePress.org descubrió que sólo 547 electores habían participado.

Estos extraños resultados de las elecciones fueron registrados por los oficiales electorales a nivel de condado a través de la oficina del secretario de estado de Ohio, a través de los proveedores de la tecnología de la información y el software del partido y los resultados fueron extraídos de una computadora ubicada en Tennessee que anunció al ganador. Los comunicados de la Universidad Cedarville alardearon de que el sistema “funcionaba como todo un campeón”. Y dijo “El sistema siguió funcionando durante las primeras horas de la mañana mientras los usuarios de todo el mundo observaban a Ohio en busca de los resultados electorales”.

Aún no se cuenta con todos los hechos, pero se sabe lo suficiente como para exigir una investigación seria de parte del Congreso. Comenzando desde el momento en la Noche de las Elecciones en que el consorcio nacional de los medios de comunicación realizó una encuesta que pronosticaba que el demócrata John Kerry ganaría en Ohio, los primeros reportes de Ohio procedían del bastión urbano demócrata que mostraban que Kerry llevaba la delantera.

Esta fue la situación hasta poco después de la medianoche del miércoles 5 de noviembre cuando, durante aproximadamente 90 minutos, los resultados de las elecciones en Ohio, reportadas en el sitio web del secretario de estado, se congelaron. Poco antes de las 2 am EST, los resultados de las elecciones llegaron desde un puñado de enclaves republicanos rurales, subiendo la puntuación de Bush por el techo.

Se sabía que Bush lograría al Ohio rural. Pero los totales de la votación de estos condados de último recurso, donde Kart Rove dijo que había un voto evangélico de última hora sin precedentes dando a la Casa Blanca un mandato moral, eran muy poco probables y sugerían un fraude en el conteo de los votos para incrementar los votos de Bush. La poca solidez de los totales republicanos reportados no se conoció la Noche de las Elecciones y no ha sido analizada por los medios de comunicación nacionales. Pero después del Día de las Elecciones del 2004 comenzó una investigación llevada a cabo por el personal demócrata del Comité Judicial de la Cámara que concluyó antes de que el Colegio Electoral se reuniera el 6 de enero del 2005 y que fue la primera que indicó públicamente un fraude en el conteo de los votos en la zona rural de Ohio.

Dicho informe, titulado “Preservando la democracia: lo que salió mal en Ohio”, indicaba que los totales de los votos eran prácticamente imposibles, incluidos los 19,000 votos que misteriosamente se añadieron al cierre del conteo de los votos en el Condado de Miami. El informe citaba más de 3,000 registros electorales evidentemente fraudulentos –todos se remontaban al mismo día en 1977 en el Condado Perry. El informe observaba una emergencia de seguridad nacional declarada en el Condado Warren, instando a que las urnas fueran trasladadas a un almacén no autorizado custodiado por la policía y escrutadas fuera de la vista del escrutinio público, a pesar de las protestas de los medios de comunicación locales.

En nuestro libro titulado “Qué sucedió en Ohio; Un informe documentado del hurto y fraude en las elecciones del 2004” (The New Press, 2006), vamos más allá del informe del Comité Demócrata Judicial de la Cámara para analizar los resultados, precinto por precinto, e imprimimos copias de los documentos utilizados como base de nuestros hallazgos. Encontramos muchas irregularidades en el conteo de los votos basados en el análisis de los resultados certificados, los registros a nivel de precinto y las boletas reales.

El ejemplo más sorprendente que salió a relucir de los resultados anunciados en los distintos precintos fue el de 10,500 personas en tres condados del “Cinturón Bíblico” de Ohio que votaron por la reelección de Bush y votaron a favor del matrimonio entre homosexuales, si es que los resultados oficiales eran verídicos. Esto fue en los condados de Warren, Butler y Ciermont. La explicación más plausible de esta anomalía que desafía la lógica y no se vio en ninguna otra parte en el país, fue que los votos de Kerry fueron pasados a Bush mientras que dejaron el resto de la boleta. Si bien tenemos algunas teorías sobre cómo pudo haberse hecho esto a mano en un almacén custodiado por la policía, ¿es posible que el control total de los republicanos del software y los servidores para contar los votos también haya desempeñado un papel?

Los primeros anuncios en el sitio web del secretario de estado sugieren que el conteo de los votos y el sistema de información de Blackwell hayan podido manipular grandes bloques de votos. Las imágenes tomadas durante los primeros anuncios en el Condado de Hamilton, donde está ubicada Cincinnati, daban al candidato presidencial del Partido Verde, David Cobb, 39,541 votos, lo que evidentemente era incorrecto. De igual forma, las primeras imágenes de los resultados en el Condado Lucas, donde está ubicado Toledo, daban a Cobb 4,685 votos, otro evidente error. (Estas imágenes aparecen en nuestro libro). ¿Fue acaso una inocente falla técnica de la computadora o fue una artimaña del Partido Republicano en el conteo de votos y el sistema de información durante el trasiego de votos de Kerry?

Más evidencia hay aún en los posteriores anuncios de la mayoría republicana de Ohio. Durante la primavera y el verano del 2006, varios equipos de investigadores asociados a Freepress.org, especialmente un equipo dirigido por Ron Baiman, estadista con un doctorado e investigador de la Universidad Loyola de Chicago, examinaron los registros electorales reales de los precintos en Miami y Clermont. Estos registros –desde los libros electorales de los electores registrados hasta el examen de las boletas reales- no fueron públicamente asequibles hasta el año pasado, por orden del antiguo Secretario de Estado republicano de Ohio. Baiman comparó el número de electores que se registró con el número total de votos atribuidos a los precintos. Encontró cientos de votos “fantasmas”, donde el número de firmas de los electores era menor que el total de votos reportado. Esta discrepancia también sugiere un fraude en el conteo de votos.

También hubo otra evidencia en la boleta utilizada para el voto, incluidos casos en el Condado de Delaware donde en un precinto, 359 de las tarjeras ponchadas finales en el Día de las Elecciones no contenían ningún voto de Kerry lo que significa que los últimos electores de ese día eran seguidores de Bush, cosa que también resulta improbable. En otro precinto del Condado de Delaware, Bush recibió supuestamente los últimos 210 votos del día. ¿Acaso los trabajadores electorales locales del partido estaban tratando de enmascarar lo que estaba sucediendo electrónicamente para dirigir el conteo de los votos?

Las elecciones del 2004 en Ohio pudieron haber sido destruidas el pasado mes de septiembre. Sin embargo, tal destino se vio bloqueado por un juez federal que falló en primera fase el litigio de la Ley del Derecho al Voto que acusaba a los funcionarios de Ohio de suprimir el voto de la minoría en las ciudades de Ohio. El nuevo secretario de estado y el fiscal general, ambos demócratas, están ahora sosteniendo conversaciones para llegar a un acuerdo en tal litigio, sugiriendo que su reclamación tiene mérito. Sin embargo, a diferencia de la Florida después de las elecciones del 2000, aún tiene que haber un conteo total del voto presidencial de Ohio.

Sin embargo, lo que está claro es que los altos niveles del ala política del Partido Republicano, incluido el asesor de la Casa Blanca Kart Rove, unos cuantos gurus de computación de alta tecnología del partido, y el ex secretario de estado del Ohio republicano, crearon, controlaron y operaron el sistema de conteo de votos que anunció la reelección de George W. Bush en la presidencia. Además, al parecer, los votos que dieron la victoria a Bush por un margen de 118,775 votos –el impulso del campo de Ohio- aún tienen que ser confirmados como precisos. Por el contrario, la información que tenemos hasta la fecha sugiere que lo que sucedió en el terreno y a todo lo largo de los precintos rurales de Ohio resulta incongruente con los totales anunciados la Noche de las Elecciones.

Mientras numerosos comités del Congreso tratan de recuperar y examinar los correos electrónicos secretos de la Casa Blanca en torno al despido de ocho abogados federales por parte del Fiscal General Alberto González, estos grupos también tendrán que demostrar la privatización y manipulación partidista del conteo de votos en Ohio para la presidencia. Aún es necesario comprender o aprender totalmente las lecciones del 2004.

De igual forma, el Comité de Administración de la Cámara, que se espera que pronto examine el H.R. 811, proyecto de ley del Rep. Rush Holt, (D-NJ) para regular la tecnología de votación electrónica, también tendrá que prestar atención. El conteo de los votos y los resultados de las elecciones en los Estados Unidos no puede quedar en manos de conocidos partidistas que pueden controlar y manipular la forma en que se cuentan los votos y la forma en que se anuncian a los medios de comunicación masiva y al pueblo estadounidense.

El escrutinio público en servidores partidistas y privados y el software secreto no tienen cabida dentro de una democracia.

Bob Fitrakis es profesor de ciencias políticas y abogado en el litigio de derechos civiles de King Lincoln Bronzeville contra Ken Blackwell. Fitrakis, Rosenfeld y Harvey Wasserman son autores de “¿Qué sucedió en Ohio? Un informe documentado del hurto y fraude en las elecciones del 2004”. (New Press, 2006).

Publicado originalmente en http://www.freepress.org/departments/display/19/2007/2553

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