miércoles, 2 de mayo de 2007

Tenet y sus amos

Incompetencia en la cumbre
Tenet y sus amos

Paul Craig Roberts
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Todo estadounidense que votó por los republicanos comparte la responsabilidad por el gran mal que USA ha llevado a Oriente Próximo.

El mal que USA llevó a Iraq va más allá de las decenas o cientos de miles de civiles iraquíes muertos o mutilados en el conflicto. El mal va más allá de la destrucción de antiguos objetos históricos y de la infraestructura civil de un Estado secular y la masacre de las vidas, carreras, y familias de millones de iraquíes.

La violencia y la muerte que Bush llevó a Iraq ha propagado el antagonismo entre suníes y chiíes en todo Oriente Próximo con consecuencias potencialmente draconianas. La guerra de Bush ha concentrado los corazones y mentes musulmanas en contra de USA y convertido el terrorismo en un medio aceptable para la resistencia contra la hegemonía estadounidense. Con su guerra irreflexiva, Bush ha creado más terrorismo que el que mundo ha visto en toda su historia.

Los motivos dados para la invasión estadounidense de Iraq han sido denunciados como mentiras, revelando a USA como un país de estúpidos e idiotas o de criminales de guerra. Sondeos en todo el mundo muestran que USA ya no es considerado como un fanal, sino que está atado a Israel como la segunda amenaza por su tamaño para la estabilidad del planeta.

Los rusos, con armas nucleares, alarmados por la agresión e interferencia infundadas de USA en sus asuntos internos y los del Oriente Próximo y por el retiro agresivo de Bush el 13 de junio de 2002 del tratado de misiles antibalísticos de 1972, ya no consideran a USA como un socio en la paz sino como un peligroso agresor militarista. La oportunidad para el entendimiento y la confianza con Rusia ha sido destruida por el estúpido gobierno de Bush. El tarado de la Casa Blanca, incapaz de ocupar Bagdad con éxito, cree que puede atropellar a Rusia.

El antiguo director de la CIA George “slam-dunk” Tenet escribe en un nuevo libro “At the Center of the Storm: My years at the CIA” [En el centro de la tormenta: Mis años en la CIA] que el vicepresidente Cheney y los neoconservadores llevaron a USA a invadir Iraq sin haber realizado jamás una discusión seria sobre si Iraq constituía una amenaza. Tenet escribe: “Que yo sepa, nunca hubo un debate serio al interior del gobierno sobre la inminencia de la amenaza iraquí.”

La invasión estadounidense de Iraq en 2003 es un crimen de guerra según el derecho internacional. La invasión causó violencia sectaria que va mucho más allá de cualquier cosa que Iraq haya jamás experimentado bajo Sadam Husein. Tener escribe que “la violencia sectaria en Iraq ha adquirido una vida propia y las fuerzas de USA se están convirtiendo en más y más irrelevantes para el control de esa violencia.”

Tenet dice que Dick Cheney lo convirtió en un chivo expiatorio para la desastrosa guerra al desvirtuar ante los medios lo que quiso decir con “slam-dunk” [Expresión estadounidense utilizada en baloncesto para representar una pelota introducida con seguridad en el cesto desde arriba, N. del T.] En una entrevista con "60 Minutes," Tenet dijo que el gobierno dio un sentido equivocado a su comentario como si hubiera querido decir que era absolutamente seguro que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva. Tener señala que la tergiversación de lo que dijo por el gobierno de Bush es “la cosa más despreciable que jamás me haya ocurrido.”

Nunca le han revelado al pueblo estadounidense los verdaderos motivos por los que Bush-Cheney y el Partido Republicano nos apresuraron a ir a la guerra en Iraq. Los estadounidenses sólo se han tenido que tragar un montón de mentiras transparentes.

La guerra no trajo honor, ni gloria, ni beneficios tangibles. La guerra es la vergüenza de USA por la tortura rutinaria de detenidos iraquíes y la matanza rutinaria de civiles iraquíes desarmados – madres, padres, niños, abuelos – por soldados estadounidenses de gatillo fácil. Incluso hay informes sobre mercenarios de USA que se divierten conduciendo mientras tiran al azar contra civiles iraquíes.

Miles de millones de dólares en “ayuda” han desaparecido. El hedor de la corrupción impregna el aire. Hay una miríada de investigaciones de corrupción del gobierno de Bush y de contratistas. ¿Quién es capaz de llevar la cuenta? Halliburton, de Cheney, el cerdo más grande en el abrevadero, no ha sido acusado. Las valijas llenas de dinero en efectivo no han sido recuperadas. Los esfuerzos serios del Congreso han pasado a arrastrarse con una patética vida propia.

En un artículo que acaba de ser publicado en Armed Forces Journal, el teniente coronel Paul Yingling, uno de los comandantes del 3er Regimiento de Caballería Blindada en Iraq, condena a los generales estadounidenses como “mansos miembros de equipo” quienes “no merecen a sus soldados” y que “subestimaron la fuerza del enemigo, sobreestimaron las capacidades del gobierno y de las fuerzas de seguridad de Iraq y no suministraron al Congreso una evaluación exacta de las condiciones de seguridad en Iraq.”

Capitanes, mayores y tenientes coroneles están frustrados por la cobardía política de sus generales y abandonan el servicio a montones. El Ejército trata de mejorar la retención ofreciéndoles pagos en efectivo de 20.000 dólares – una política estúpida más del gobierno de Bush ya que todo oficial que vende su alma está desmoralizado.

El coronel Yingling escribe que el Congreso debe intervenir y romper la manera cómo el gobierno utiliza los ascensos para conseguir generales dóciles como cómplices en el engaño del pueblo estadounidense.

El hecho más alarmante respecto al gobierno de Bush es que ni un solo puesto está en manos de una persona competente o cualificada. La integridad es tan rara entre los nombrados por Bush que la integridad ha sido silenciada.

Eso debería preocupar a todos los estadounidenses. Hasta a los republicanos.

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Paul Craig Roberts fue Secretario Adjunto del Tesoro en el gobierno de Reagan. Fue Editor Asociado de la página editorial del Wall Street Journal y editor colaborador de National Review. Es coautor de “The Tyranny of Good Intentions.” [La tiranía de las buenas intenciones. Para contactos, escriba a: PaulCraigRoberts@yahoo.com

http://www.counterpunch.org/roberts04302007.html

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